Jehová, el Dios del cielo, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi nacimiento, y que me habló y me juró, diciendo: A tu simiente daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, de modo que puedas tomar de allí mujer para mi hijo.
y multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y daré a tu simiente todas estas tierras; y serán bendecidas en tu simiente todas las naciones de la tierra;
Y José dijo a sus hermanos: Yo me muero; mas Dios de seguro os visitará, y os hará subir de esta tierra a la tierra que tiene jurada a Abraham, a Isaac y a Jacob.
Es verdad que no así ha cumplido mi casa para con Dios: él empero ha hecho conmigo un pacto eterno, bien arreglado en todo y seguro; el cual es toda mi salvación y todo mi placer: ¿pues no lo hará florecer?
¶Y Salomón señoreaba todos los reinos desde el río Eufrates hasta la tierra de los Filisteos, y hasta el confín de Egipto; y ellos traían presentes, y servían a Salomón todos los días de su vida.
HIRAM también, rey de Tiro, envió sus siervos a Salomón, cuando supo que le habían ungido por rey en lugar de su padre: porque Hiram había sido siempre afecto a David.
Y en aquel tiempo, Salomón y todo Israel con él, asamblea numerosísima, reunida desde la entrada de Hamat hasta el torrente de Egipto, celebraron la fiesta por siete días.
¶En cuanto a toda la gente que había quedado de los Heteos, y los Amorreos, y los Perezeos, y los Heveos, y los Jebuseos, los cuales no eran de Israel:
También que ha habido reyes poderosos en Jerusalem, que han tenido señorío sobre todo lo que hay más allá del río; y que tributo, alcabala y peaje se les daba a ellos.
Y hallaste su corazón fiel delante de ti, e hiciste con él un pacto, que le darías la tierra del Cananeo, del Heteo, del Amorreo, del Perezeo, del Jebuseo, del Gergeseo, y que la darías a su descendencia; y tú has cumplido tu palabra, porque eres justo.
y he descendido para libertarle de la mano de los Egipcios, y para hacerle subir de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa; tierra que mana leche y miel; al lugar del Cananeo, y del Heteo, y del Amorreo, y del Perezeo, y del Heveo, y del Jebuseo.
Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, siervos tuyos, a quienes por ti mismo juraste, y les dijiste: Multiplicaré vuestra simiente como las estrellas del cielo; y toda esta tierra que os tengo prometida, la daré a vuestra simiente, y ellos la heredarán para siempre.
¶Observa pues, oh Israel, para tu provecho, lo que te mando hoy. He aquí que voy a echar de delante de ti al Amorreo, y al Cananeo, y al Heteo, y al Perezeo, y al Heveo y al Jebuseo.
Porque yo arrojaré las naciones de delante de ti, y ensancharé tus términos; y nadie deseará invadir tu tierra entre tanto que subas a presentarte delante de Jehová tu Dios tres veces al año.
Os traeré también a la tierra acerca de la cual alcé mi mano jurando dársela a Abraham, a Isaac y a Jacob; y os la daré a vosotros en posesión. Yo Jehová.
Mas sucederá en aquel día, que Jehová recogerá a su pueblo desde el cauce del río Eufrates hasta el torrente de Egipto; y seréis recogidos uno por uno, ¡oh hijos de Israel!
¡Inclinad vuestro oído, y venid a mí! ¡escuchad, y vivirá vuestra alma! y yo haré con vosotros un pacto eterno, las misericordias segurísimas prometidas a David.
y haré con ellos un pacto eterno, que no me apartaré de ellos, dejando de hacerles bien, sino que pondré mi temor en su corazón, para que no se aparten de mí.
yo entonces me acordaré de mi pacto con Jacob; y también de mi pacto con Isaac, y asimismo de mi pacto con Abraham me acordaré; y me acordaré de la tierra.
sino que me acordaré a favor de ellos del pacto de sus antepasados, a quienes saqué de la tierra de Egipto, a vista de las naciones, para ser su Dios. Yo Jehová.
Y no le dió herencia en ella, ni aun la huella de un pie; mas le prometió que se la daría en posesión a él, y a su simiente después de él, cuando todavía no tenía hijo.
Todo lugar donde pisare la planta de vuestro pie, será vuestro. Desde el desierto y el Líbano, desde el río, el río Eufrates, y hasta el Mar Occidental, serán vuestros confines.
¶Cuando Jehová tu Dios ensanchare tus términos, según te tiene prometido, y tú dijeres: Voy a comer carne, porque mi alma tiene gana de comer carne; según todo el deseo de tu alma bien podrás comer carne.
Y le dijo Jehová: Ésta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu simiente la daré: te he permitido verla con tus ojos, mas no puedes pasar allá.
CUANDO te hubiere introducido Jehová en la tierra adonde vas para poseerla, y hubiere echado muchas naciones de delante de ti, al Heteo, al Gergeseo, al Amorreo, al Cananeo, al Perezeo, al Heveo y al Jebuseo, siete naciones más grandes y más fuertes que tú;
¶Y el Dios de paz, el cual, en virtud de la sangre del pacto eterno, volvió a traer de entre los muertos al gran pastor de las ovejas, es decir, a nuestro Señor Jesús,
desde el río Sihor que está frente a Egipto, hasta el término septentrional de Ecrón, (la cual se reputa por tierra de los Cananeos), los cinco príncipes de los Filisteos, el Gazeo, el Asdodeo, el Ascaloneo, el Geteo, el Ecroneo; también los Aveos,