Y se llegaron a Zorobabel y a las cabezas de las casas paternas, y les decían: Dejad que nosotros edifiquemos con vosotros; pues lo mismo que vosotros, nosotros buscamos a vuestro Dios; y a él ofrecemos sacrificios desde los días de Esar-hadón rey de Asiria, que nos trajo acá.