Y dijo Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos, para separar el día de la noche; y sean para señales, y para estaciones, y para días y años;
¡Levantad hacia arriba vuestros ojos, y ved! ¿Quién creó aquellos cuerpos celestes? ¿quién saca por cuenta su hueste? A todos ellos los llama por sus nombres; a causa de la grandeza de sus fuerzas y la pujanza de su poder, no deja de presentarse ni uno de ellos.
Así dice Jehová, el que estableció el sol para alumbrar de día, y las leyes de la luna y de las estrellas, para que alumbren de noche; el que aterra el mar de modo que se ponen en consternación sus olas, Jehová de los Ejércitos es su nombre:
ASÍ dice Jehová el Señor: La puerta del atrio interior, que mira hacia el oriente, estará cerrada los seis días que son de trabajo; mas en el día del sábado se abrirá; se abrirá también en el día de la nueva luna.
buscad al que hizo las Pléyades y el Orión; al que vuelve en mañana las más densas tinieblas, y al día lo obscurece con la noche; al que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la haz de la tierra, (Jehová es su nombre;)
¶Y luego, después de la tribulación de aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes de los cielos serán conmovidos:
o no sea que alces los ojos a los cielos, y veas el sol, y la luna, y las estrellas, con todo el ejército de los cielos, y seas impulsado a postrarte ante ellos y darles culto; cosas que Jehová tu Dios ha dado como porción suya a todas las naciones debajo de todos los cielos.
¶Y ví cuando abrió el sexto sello; y sucedió un gran terremoto, y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y la luna se volvió toda roja como sangre,
¶Y el cuarto ángel tocó la trompeta: y fué herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas; para que fuese entenebrecida la tercera parte de ellos, y para que el día no resplandeciese en su tercera parte, y de la misma manera, la noche.