¡Así también tú, hasta la vejez y las canas no me desampares, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a la posteridad, y tu potencia a todo aquel que ha de venir!
También hasta vuestra vejez soy yo el mismo, y hasta las canas yo cargaré con vosotros; yo lo he hecho así, y yo os seguiré llevando; sí, yo cargaré con vosotros, y yo os salvaré.
OS ruego pues, hermanos, por las compasiones de Dios, que le presentéis vuestros cuerpos, como sacrificio vivo, santo, acepto a Dios; culto racional vuestro.
¶Nosotros pues somos embajadores de parte de Cristo, como si Dios os rogara por medio de nosotros: ¡os rogamos, por parte de Cristo, que os reconciliéis con Dios!
Y será que cuando vinieren a nosotros los padres de ellas, o sus hermanos, para demandárnoslas en juicio, les diremos: Hacednos la merced de concederlas a nosotros; pues que no tomamos para cada cual su mujer en la guerra: pues no se las disteis vosotros, para que ahora tuvieseis pecado.