Y dijo David a Abisai y a todos sus siervos: He aquí que mi mismo hijo, que salió de mis entrañas, va buscando mi vida; ¿pues qué mucho que lo haga así ahora este benjamita? Déjale que siga maldiciendo; porque se lo ha dicho Jehová.
¿No es Efraim para mí un hijo querido? ¿no es un niño en quien yo me deleito? pues aun cuando hablo contra él, me acuerdo de él con ternura todavía; por tanto mis entrañas se conmueven por él; ciertamente tendré compasión de él, dice Jehová.
Y levantóse, y fué a su padre. Y estando todavía lejos, le vió su padre; y conmoviéronsele las entrañas; y corrió, y le echó los brazos al cuello, y le besó fervorosamente.
¶Si te incitare en secreto tu hermano, el hijo de tu madre, o tu hijo, o tu hija, o la mujer de tu seno, o tu amigo que es para ti como tu misma alma, diciendo: Vamos y sirvamos a otros dioses (que no conociste, ni tú ni tus padres),