Mas ni un perro moverá su lengua contra ninguno de los hijos de Israel, ni contra hombre ni contra bestia; para que sepáis que Jehová hace distinción entre los Egipcios e Israel.
Y la sangre os servirá de señal en las casas en donde estuviereis; y yo veré la sangre, y os pasaré por alto, de modo que no habrá entre vosotros plaga destructora, cuando yo hiera la tierra de Egipto.
E hizo Jehová aquello al día siguiente, de manera que murió todo el ganado de los Egipcios; mas del ganado de los hijos de Israel no murió ni uno solo.
Y también os he detenido las lluvias, cuando faltaban todavía tres meses para la siega; hice llover sobre una ciudad, y sobre otra hice que no lloviese; a una porción del campo se le dió lluvia, y la porción en que no llovió, se secó.