Y el granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo cuanto había en el campo, desde el hombre hasta la bestia; el granizo hirió también toda planta del campo, y quebró todo árbol del campo.
Ahora pues, envía y haz que se ponga a cubierto tu ganado, y todo lo que tienes en el campo; porque sobre todos los hombres y animales que fueren hallados en el campo, y que no estuvieren recogidos bajo techumbre, caerá el granizo, y morirán.
De suerte que hubo granizo, y fuego fulgurando en medio del granizo, sobremanera grave, cual nunca había habido en toda la tierra de Egipto desde que fué nación.
E hizo Jehová aquello al día siguiente, de manera que murió todo el ganado de los Egipcios; mas del ganado de los hijos de Israel no murió ni uno solo.
¶Por tanto, así dice Jehová el Señor: Yo también la rajaré con un viento tempestuoso en mi ira; y vendrá un turbión inundador en mi ardiente indignación, y grandes pedriscos en mi ira, para acabar con ella.
Y sucedió que como ellos iban huyendo delante de Israel, en la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó sobre ellos piedras grandes desde el cielo, hasta que llegaron a Azeca, de manera que murieron; fueron más los muertos por las piedras de granizo, que aquellos que los hijos de Israel mataron a espada.