De suerte que hubo granizo, y fuego fulgurando en medio del granizo, sobremanera grave, cual nunca había habido en toda la tierra de Egipto desde que fué nación.
Y llenarán tus casas, y las casas de todos tus siervos, y las casas de todos los Egipcios, cual nunca vieron tus padres, ni los padres de tus padres, desde el día que ellos estuvieron sobre la tierra hasta el día de hoy. Volvióse entonces, y salió de la presencia de Faraón.
Pues he aquí que el día de mañana, como a estas horas, haré llover granizo de tal manera grave, que nunca habrá habido otro como éste en Egipto, desde el día que se fundó hasta el presente.
Extendió pues Moisés su vara hacia el cielo, y Jehová envió truenos y granizo, y el fuego descargó sobre tierra; y Jehová hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto.
Y el granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo cuanto había en el campo, desde el hombre hasta la bestia; el granizo hirió también toda planta del campo, y quebró todo árbol del campo.
Pues Jehová hará oír su gloriosa voz, y hará ver el descenso de su brazo, con indignación de ira, y con llamas de fuego devorador; con turbión y tempestad y granizada.
Pues estando yo mirando, he aquí un torbellino que venía del norte: una gran nube y un fuego que se recogía dentro de sí mismo; la cual nube tenía un resplandor al rededor; y de en medio del fuego, una como refulgencia de bronce acicalado, brillando de en medio del fuego.
¶Por tanto, así dice Jehová el Señor: Yo también la rajaré con un viento tempestuoso en mi ira; y vendrá un turbión inundador en mi ardiente indignación, y grandes pedriscos en mi ira, para acabar con ella.