¶Y los siervos de Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo ha de sernos este hombre un lazo? deja que vayan esos hombres y sirvan a Jehová su Dios. ¿Acaso no sabes tú todavía que Egipto está ya destruído?
Mas ni un perro moverá su lengua contra ninguno de los hijos de Israel, ni contra hombre ni contra bestia; para que sepáis que Jehová hace distinción entre los Egipcios e Israel.
porque no os escuchará Faraón, y pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con juicios grandes.
diciendo: ¿Qué hemos de hacer con estos hombres? porque es evidente a todos los que habitan en Jerusalem, que un milagro notable ha sido hecho por medio de ellos; y nosotros no lo podemos negar.
A lo que ellos respondieron: Si enviareis el Arca del Dios de Israel, no la enviéis sin nada más; sino que ciertamente debéis pagarle a ese Dios una ofrenda por la culpa; entonces sanaréis, y se os manifestará por qué causa no se ha apartado su mano de vosotros.
Y estaréis a la mira: si, por el camino de su propio territorio, subiere a Bet-semes, entonces él nos ha hecho este gran mal; mas sino, sabremos que no es su mano la que nos ha herido; es un acaso que nos ha sucedido.