Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hubieres vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas estas maravillas que he puesto en tu mano: yo empero endureceré su corazón, y él no dejará ir al pueblo.
Moisés y Aarón pues salieron de la presencia de Faraón; y clamó Moisés a Jehová tocante a las ranas, conforme a la palabra que había empeñado a Faraón.
Porque el río producirá ranas en abundancia tal, que subirán y entrarán en tu casa, y en tu cámara de dormir, y sobre tu cama, y en casa de tus siervos, y entre tu pueblo, y en tus hornos, y en tus artesas:
Y dijo Moisés a Faraón: Determina tú mismo para cuándo he de rogar por ti, y por tus siervos, y por tu pueblo, a fin de que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y queden solamente en el río.