Cuando os hablare Faraón y dijere: Mostrad algún milagro de vuestra parte, entonces dirás a Aarón: Toma tu vara, y échala delante de Faraón, y volveráse culebra.
Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto; y Jehová trajo un viento oriental sobre el país, todo aquel día y toda aquella noche. Y cuando vino la mañana, el viento oriental trajo la langosta.
Tomó pues Moisés a su mujer y a sus hijos, y los hizo cabalgar sobre asno, y volvióse a la tierra de Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en su mano.
Extendió pues Moisés su vara hacia el cielo, y Jehová envió truenos y granizo, y el fuego descargó sobre tierra; y Jehová hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto.
Habla y di: Así dice Jehová el Señor: He aquí que estoy yo contra ti, Faraón rey de Egipto; gran cocodrilo que yace en medio de sus aguas, el cual dice: ¡Mío propio es mi río, pues yo me lo hice!
Pero él respondiendo, les dijo: Una generación mala y adúltera busca solícitamente una señal; mas ninguna señal le será dada, sino la señal de Jonás el profeta.