E hicieron de la misma manera los magos de Egipto con sus encantamientos; y endurecióse el corazón de Faraón, de modo que no les escuchó; como lo había dicho Jehová.
Y aconteció que a la mañana fué perturbado su espíritu; y envió a llamar a todos los magos de Egipto y a todos sus sabios; y contóles Faraón su sueño; mas no hubo quien se lo interpretase a Faraón.
Y los peces que había en el río murieron; y apestó el río, y no podían los Egipcios beber de las aguas del río; de manera que hubo sangre en toda la tierra de Egipto.
Mas si ellos son profetas, y si con ellos hay oráculo de Jehová, hagan intercesión ahora para con Jehová de los Ejércitos, a fin de que los vasos que quedan aún en la Casa de Jehová, y en la casa del rey de Judá, y en Jerusalem no vayan a Babilonia.
Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corrompidos de corazón, y réprobos en lo que toca a la fe.