EL Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, por cuanto Jehová me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los mansos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar a los cautivos libertad, y a los aprisionados abertura de la cárcel;
Esto es lo que corresponde a la unción de Aarón y a la unción de sus hijos, de las ofrendas encendidas de Jehová, desde el día en que los hizo presentar a Jehová, para constituirlos sacerdotes;
lo cual mandó Jehová que se les diese de parte de los hijos de Israel, en el día que fueron ungidos, como porción legal suya para siempre, durante sus generaciones.
En seguida Moisés hizo que se presentasen los hijos de Aarón, y les vistió las túnicas, y les ciñó los cinturones, y les ató las tiaras al rededor de la cabeza: como Jehová había mandado a Moisés.
¿de cuánto más severo castigo, pensáis, que será tenido por digno aquel que ha hollado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha estimado como inmunda la sangre del pacto con que había sido consagrado al servicio de Dios, y ha hecho ultraje al Espíritu de gracia?
Mas en cuanto a vosotros, la unción que dé él habéis recibido, permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe: al contrario, así como su unción os enseña respecto de todas las cosas, y es verdad y no mentira, y así como ella os ha enseñado, así vosotros permanecéis en él.