No seas como el caballo, o como el mulo, que no tiene entendimiento; que ha de ser sujetado con cabestro y con freno, jaez que le conviene, por no querer llegar a ti.
Y dijo Dios: Vé, porque yo estaré contigo; y esto te será la señal de que yo te he enviado: Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto, serviréis a Dios en este monte.
y ha hecho mi boca como una espada aguda: en la sombra de su mano me ha encubierto; y me ha hecho como una saeta reluciente; dentro de su aljaba me ha escondido:
Jehová el Señor me ha dado la lengua de los instruídos, para que sepa sustentar con palabras al cansado; despierta mañana tras mañana, despierta mi oído para oír como los instruídos.
Cuando, pues, os llevaren ante los tribunales, para entregaros, no os afanéis de antemano sobre lo que habéis de decir; mas lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad: porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.
Y ACONTECIÓ que, estando él orando en cierto lugar, cuando acabó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.
Mas el Consolador, es decir, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo cuanto os he dicho.