¶Hizo también la fuente de bronce, con su base de bronce, fabricándola de los espejos de las mujeres de la milicia sagrada, que asistían a la entrada del Tabernáculo de Reunión.
¶Luego hizo diez fuentes de bronce; cuarenta batos cabían en cada fuente: de cuatro codos en diámetro era cada fuente. Y asentó una fuente por encima de cada una de las diez basas.
¶E hizo un mar de bronce fundido, que tenía diez codos de diámetro, del un borde al otro borde, perfectamente redondo, y cinco codos de alto; y un cordón de treinta codos le daba la vuelta en derredor.
Jesús le dice: El que está lavado no tiene necesidad de lavarse más que los pies; sino que está del todo limpio: y vosotros estáis limpios, mas no todos.
Pedro empero se quedó junto a la puerta, por la parte de afuera. Salió, pues, aquel otro discípulo que era conocido del sumo sacerdote, y habló a la portera, y trajo adentro a Pedro.
consistiendo solamente (además de viandas, y bebidas y diversos géneros de bautismos) en reglamentos carnales, impuestos hasta el tiempo de reformación.
y de Jesucristo, que es el fiel testigo, el primogénito de entre los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. A Aquel que nos ama, y nos ha lavado de nuestros pecados en su misma sangre,
¶Elí empero era muy viejo; y oía hablar de todo lo que hacían sus hijos para con todo Israel, y cómo se acostaban con las mujeres de la milicia sagrada, que asistían a la entrada del Tabernáculo de Reunión.