¶Y viendo Moisés que el pueblo estaba desenfrenado, (pues Aarón les había dado rienda suelta, para que fuesen una irrisión en medio de sus contrarios),
Él entonces les dijo: Así dice Jehová, el Dios de Israel: Ponga cada cual su espada sobre el muslo, y pasad, y volved a pasar de puerta a puerta por entre el campamento, y matad, aunque sea cada uno a su hermano, y cada uno a su amigo, y cada uno a su pariente cercano.
el cual dijo de su padre y de su madre: No los he visto: ni a sus hermanos conoció, y de sus mismos hijos no hizo caso: porque guardaron tus dichos, y sobre tu pacto vigilaron.
¶Y aconteció que estando Josué cerca de Jericó, alzó los ojos, y miró; y he aquí un hombre que estaba en pie frente a él, con su espada desenvainada en la mano. Josué entonces fué a él y le dijo: ¿Eres tú de los nuestros, o de nuestros enemigos?