Y fué así que cuando se acercó al campamento, y vió el becerro y las danzas, se encendió la ira de Moisés en términos que arrojó de su mano las tablas, y quebrólas al pie del monte.
¶Entonces Moisés suplicó a Jehová su Dios, diciendo: ¿Para qué, oh Jehová, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran fortaleza y con mano poderosa?
Y DIJO Jehová a Moisés: Lábrate dos tablas de piedra, como las primeras, y yo escribiré sobre aquellas tablas las palabras que había sobre las tablas primeras que quebraste;
no según el pacto que hice con sus padres en el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; pacto que ellos quebrantaron, y yo los deseché, dice Jehová:
Mas yo os digo, que todo aquel que se aira sin causa contra su hermano, quedará expuesto al juicio; y el que dijere a su hermano ¡Imbécil! quedará expuesto al concilio; y el que le dijere: ¡Insensato! quedará expuesto al fuego del infierno.
Y mirándolos en torno suyo con indignación, entristecido a causa de la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió; y la mano le fue restituída.