Y dijo él: Alza los ojos, y verás que todos los machos que cubren las hembras, son listados, salpicados y abigarrados: porque yo he visto todo lo que Labán te está haciendo.
Vuelve, y di a Ezequías, caudillo de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: He oído tu oración, he visto tus lágrimas; he aquí que te voy a sanar: al tercer día subirás a la Casa de Jehová.
Por lo cual pusieron sobre ellos comisarios de tributos serviles, a fin de oprimirlos con sus cargas: y edificaron ciudades de depósitos para Faraón, a saber, Pitom y Ramesés.
¶Y aconteció que, pasados muchos días, murió el rey de Egipto: entre tanto los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre; y clamaron, y subió a Dios su clamor, a causa de su servidumbre.
Dijo también Jehová: He visto, he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus exactores; porque conozco sus dolores;
EN seguida volvíme, y me puse a observar las opresiones que se hacen debajo del sol: y he allí las lágrimas de los oprimidos, y ellos no tenían consolador; pues que de parte de sus opresores estaba la potestad; de modo que ellos no tenían consolador.
¶Si vieres la opresión de los pobres, y la perversión de juicio y de justicia en alguna provincia, no te turbes a causa de esto; porque sobre el alto otro más alto vigila, y sobre ellos, el Altísimo.
ESCUCHAD esta palabra, oh vacas de Basán, las que estáis en el monte de Samaria, las que oprimís a los desvalidos, las que quebrantáis a los necesitados, las que decís a vuestros señores: Traed vino, para que bebamos.
Como a estas horas el día de mañana te enviaré un hombre del país de Benjamín, a quien ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel, y él salvará a mi pueblo de mano de los Filisteos; porque he mirado propicio a mi pueblo, por cuanto ha llegado a mí su clamor.