Jehová, el Dios del cielo, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi nacimiento, y que me habló y me juró, diciendo: A tu simiente daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, de modo que puedas tomar de allí mujer para mi hijo.
Y contó Moisés a su suegro todo lo que Jehová había hecho a Faraón y a los Egipcios, por amor de Israel; y todos los trabajos que habían pasado en el camino, y cómo los había librado Jehová.
Por lo cual he dicho: Os sacaré de la opresión de Egipto, a la tierra del Cananeo, y del Heteo, y del Amorreo, y del Perezeo, y del Heveo, y del Jebuseo; tierra que mana leche y miel.
Sabe pues el día de hoy, que Jehová tu Dios es el que va a pasar delante de ti, cual fuego devorador; él los destruirá, y él los doblegará delante de ti, para que los puedas desposeer y exterminar en breve, según te ha prometido Jehová.
Porque Jehová ha desposeído delante de vosotros a naciones grandes y fuertes; mas en cuanto a vosotros, ninguno ha podido mantenerse en pie delante de vosotros hasta el día de hoy.
¶Y aconteció que estando Josué cerca de Jericó, alzó los ojos, y miró; y he aquí un hombre que estaba en pie frente a él, con su espada desenvainada en la mano. Josué entonces fué a él y le dijo: ¿Eres tú de los nuestros, o de nuestros enemigos?
Y ACONTECIÓ que cuando oyeron estas cosas todos los reyes que estaban de esta parte del Jordán, en la Serranía y en la Sefela y en todas las costas del Mar Grande, enfrente del Líbano, a saber, el Heteo, y el Amorreo, el Cananeo, el Perezeo, el Heveo, y el Jebuseo;