entonces su amo le hará llegar a Dios, y arrimándole a la puerta, o al poste de ella, su amo le horadará la oreja con una lesna; y él será siervo suyo para siempre.
En todo asunto de mal proceder, respecto de buey, o asno, u oveja, o ropa, o cualquiera cosa perdida de que alguno dijere: Esto es mío; ante Dios vendrá la causa de entrambos; y aquel que Dios condenare hará restitución con el doble a su prójimo.