Y será vaciado el espíritu de Egipto dentro de él, y destruiré su prudencia; y acudirán a los ídolos, y a los encantadores, y a los espíritus pitónicos y a los adivinos.
Por tanto no escuchéis a vuestros profetas, ni a vuestros adivinos, ni a vuestros soñadores, ni a vuestros agoreros, ni a vuestros hechiceros, que os hablan, diciendo: ¡No tendréis que servir al rey de Babilonia!
¶Ni con ninguna bestia te ayuntarás, contaminándote con ella; es profanación detestable. Ni la mujer se pondrá delante de bestia para ayuntarse con ella: es una prostitución nefanda.
Por tanto, el hombre o la mujer en quien haya espíritu pitónico, o que sea adivino, serán muertos irremisiblemente; los matarán a pedradas: recaiga su sangre sobre ellos.
Asimismo la persona que se volviere a los nigrománticos y a los adivinos, para ir fornicando en pos de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de en medio de su pueblo.
Y no pocos de los que habían usado de artes mágicas, juntando sus libros, los quemaron delante de todos; y contando el precio de ellos, hallaron que montaba a cincuenta mil dracmas de plata
¶Y Samuel era ya muerto, y todo Israel le había hecho lamentación; y le habían enterrado en Ramá, es decir, en su propia ciudad; y Saúl había extirpado del país los nigromantes y los adivinos.
Mas la mujer le contestó: He aquí tú sabes lo que ha hecho Saúl, cómo ha hecho cortar de la tierra a los nigromantes y los adivinos: ¿por qué pues quieres poner trampa a mi vida. para hacerme morir?