Y cuando Faraón lo supo, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de la presencia de Faraón, y habitó en la tierra de Madián; y llegado que hubo, se sentó junto a un pozo.
Y miró, y vió un pozo en el campo, y he aquí tres rebaños de ovejas que yacían junto a él; pues de aquel pozo abrevaban los rebaños; y una piedra grande estaba sobre la boca del pozo.
Ellos pues se levantaron, y desde Madián vinieron a Parán. Luego tomando consigo algunos hombres de Parán, se fueron a Egipto, a Faraón rey de Egipto; quien le dió casa, y le señaló manutención, y le dió tierras.
Cuando, pues, os persiguieren en una ciudad, huíd a otra; porque en verdad os digo que no acabaréis de andarlas ciudades de Israel, hasta que venga el Hijo del hombre.