Entonces dijo Jehová a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y ponlo en conocimiento de Josué: Yo raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo.
¶Asimismo algunos de ellos, es decir, quinientos hombres de los hijos de Simeón, se fueron a la serranía de Seir, bajo el mando de Pelatías, y Nearías, y Refaías, y Uziel, hijos de Isi;
¿hemos de volver a quebrantar tus mandamientos, y a contraer matrimonios con los pueblos que cometen estas abominaciones? ¿No te indignarías contra nosotros, en términos de acabar con nosotros, sin dejarnos resto, ni quien escape?
¶Y tendréis este día por memorial, y lo celebraréis como fiesta solemne a Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo celebraréis esta fiesta.
Y te será como señal sobre tu mano, y como recuerdo entre tus ojos, para que esté la ley de Jehová en tu boca: porque con mano fuerte te hizo salir Jehová de Egipto.
Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová en un libro; y levantándose muy de mañana, edificó un altar al pie del monte, y doce pilares correspondientes a las doce tribus de Israel.
Toma para ti el rollo de un libro, y escribe en él todas las palabras que yo te he hablado contra Israel, y contra Judá, y contra todas las naciones, desde el día que te hablé, es decir, desde los días de Josías hasta el día de hoy:
les responderéis: Que fueron cortadas en dos las aguas del Jordán, delante del Arca del Pacto de Jehová: cuando pasó el Jordán, fueron cortadas en dos las aguas del Jordán. De manera que estas piedras servirán de memorial a los hijos de Israel para siempre.
Y FUÉ así que cuando David y sus hombres llegaron a Siclag, al tercer día, supieron que los Amalecitas habían hecho una incursión contra el Mediodía, y contra Siclag: en efecto, habían herido a Siclag, y la habían quemado a fuego:
Y los hirió David desde el crepúsculo de la mañana, hasta la tarde del día siguiente; de manera que no escapó de ellos hombre, salvo cuatrocientos mancebos que cabalgaban sobre camellos, y así se fugaron.