Porque una gran multitud de gentes que vinieron de Efraim y Manasés, de Isacar y Zabulón, aunque no se habían purificado, comieron de la pascua, contrario a lo que está escrito. Ezequías empero oró por ellos, diciendo: ¡El bondadoso Jehová, conceda perdón a todo aquel
¶De esta manera, pues, le comeréis: Ceñidos vuestros lomos, y con el calzado en vuestros pies, y el báculo en vuestra mano; y le comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová.
Y cuando habitare contigo algún extranjero que quisiere celebrar la Pascua a Jehová, sea circuncidado todo varón de entre los suyos, y entonces se llegará para celebrarla; y será como uno de vuestra nación; porque ningún incircunciso comerá de ella.
introduciendo vosotros a los hijos de tierra extraña, incircuncisos de corazón e incircuncisos en la carne, a que estén en mi Santuario; profanando mi Casa cuando ofrecéis mi pan, a saber, el sebo y la sangre; y, habéis roto mi pacto, con todas vuestras abominaciones!
Mas si la hija del sacerdote fuere viuda o repudiada, sin tener hijo, y hubiere vuelto a la casa de su padre, entonces, lo mismo que en su mocedad, podrá comer del pan de su padre; pero ningún extraño al sacerdocio comerá de él.
Y cuando morare entre vosotros algún extranjero que quisiere celebrar la Pascua a Jehová, conforme al reglamento de la Pascua y conforme a su ordenanza, así la celebrará. Tendréis un mismo reglamento, tanto para el extranjero como para los de vuestra nación.
acordaos, digo, que en aquel tiempo estabais sin Cristo, estando extrañados de la ciudadanía de Israel, y siendo extranjeros con respecto a los pactos de la promesa; no teniendo esperanza, y sin Dios en el mundo.
¶Vino entonces un hombre de Dios a Elí, y le dijo: Así dice Jehová: ¿Reveléme yo manifiestamente a la casa de tu padre, cuando los hijos de Israel estaban en Egipto, sujetos a la casa de Faraón?