¶De esta manera, pues, le comeréis: Ceñidos vuestros lomos, y con el calzado en vuestros pies, y el báculo en vuestra mano; y le comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová.
Y la sangre os servirá de señal en las casas en donde estuviereis; y yo veré la sangre, y os pasaré por alto, de modo que no habrá entre vosotros plaga destructora, cuando yo hiera la tierra de Egipto.
responderéis: Sacrificio de la Pascua es a Jehová, el cual pasó por alto las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando iba hiriendo a los Egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo inclinó la cabeza y adoró.
Y HABLÓ Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, en el mes primero del segundo año de haber salido los hijos de Israel de la tierra de Egipto, diciendo:
y poniéndose detrás de él, junto a sus pies, llorando, comenzó a regar éstos con lágrimas, y los limpiaba con los cabellos de su cabeza; y los besaba fervorosamente, y los ungió con el ungüento.
Limpiaos de la vieja levadura, para que seáis una masa nueva, así como sois panes sin levadura: porque nuestra Pascua también ha sido sacrificada, es a saber, Cristo.
¶Por lo cual, ceñid los lomos de vuestro ánimo, sed sobrios, y tened vuestra esperanza puesta completamente en la gracia que os ha de ser traída al tiempo de la manifestación de Jesucristo;