y les amargaron la vida con dura servidumbre, en hacer argamasa con barro y con ladrillos; y con toda suerte de labores del campo: todo el servicio con que se servían de ellos, era con rigor.
Y dijo Dios a Abram: Sabe con toda seguridad que tu simiente será extranjera en tierra ajena, donde los reducirán a servidumbre y los oprimirán hasta cuatrocientos años.
y les respondió de acuerdo con el consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo añadiré todavía más a vuestro yugo; mi padre os castigó con látigos, ya empero os castigaré con escorpiones.
Por lo cual pusieron sobre ellos comisarios de tributos serviles, a fin de oprimirlos con sus cargas: y edificaron ciudades de depósitos para Faraón, a saber, Pitom y Ramesés.
¶Y aconteció que, pasados muchos días, murió el rey de Egipto: entre tanto los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre; y clamaron, y subió a Dios su clamor, a causa de su servidumbre.
Habló pues Moisés de esta manera a los hijos de Israel; mas ellos no escucharon a Moisés, por impaciencia de espíritu, y a causa de la dura servidumbre.
Por tanto así dice el Señor, Jehová de los Ejércitos: ¡No temas, oh pueblo mío, que habitas en Sión, no temas a causa del Asirio, aunque con vara te hiera, y levante su palo contra ti a la manera de Egipto!
sino que yo la pondré en manos de los que te afligen; los cuales han dicho a tu alma: ¡Póstrate, para que nosotros pasemos por encima! y en efecto tú has puesto tu cuerpo como el suelo, y como la calle, para los que pasaban por encima.
Ahora pues, ¿qué hago yo aquí, dice Jehová, cuando mi pueblo es quitado por nada, y los que le rigen alzan el grito de triunfo, dice Jehová, y continuamente es blasfemado mi nombre todo el día?
¿No es más bien este el ayuno que yo escojo; Soltar las ligaduras de maldad, desatar las coyundas del yugo, enviar libres a los oprimidos, y que rompas todo yugo?
y los dejaréis por herencia para vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria: para siempre podréis tener a los tales por siervos. Empero de vuestros hermanos, los hijos de Israel, no os enseñoreéis el uno del otro con rigor.
los que también coméis la carne de mi pueblo, despojándoles de su piel, y rompiendo sus huesos, y cortándolos en trozos, como si fuese para la olla, y como la carne que se echa dentro de la caldera?
Este rey usando de astucia con nuestra raza, maltrató a nuestros padres, para hacer que sus niños recién nacidos pereciesen a fin de que no se propagara la raza.
He visto, he visto la opresión de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado sus gemidos, y he descendido para librarlos. Ahora pues, ven, que yo te enviaré a Egipto.