Empero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban, y tanto más rápidamente crecían; de manera que ellos estaban hastiados de los hijos de Israel.
Y multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y los introdujiste en la tierra acerca de la cual habías mandado a sus padres que entrasen a heredarla.
En seguida responderás, y dirás en presencia de Jehová tu Dios: Un siro a punto de perecer fué mi padre; el cual, con muy pocos hombres, bajó a Egipto para morar allí temporalmente, y allí vino a ser una nación grande, fuerte y numerosa.