Por lo cual pusieron sobre ellos comisarios de tributos serviles, a fin de oprimirlos con sus cargas: y edificaron ciudades de depósitos para Faraón, a saber, Pitom y Ramesés.
Y dijo Dios a Abram: Sabe con toda seguridad que tu simiente será extranjera en tierra ajena, donde los reducirán a servidumbre y los oprimirán hasta cuatrocientos años.
Y estableció José a su padre y a sus hermanos, y les dió posesiones en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la tierra de Ramesés, como había mandado Faraón.
y todas las ciudades de municiones que tenía Salomón, y las ciudades de los carros de guerra, y las ciudades de la gente de a caballo: en fin, todo cuanto quiso edificar Salomón en Jerusalem, y en el Líbano, y en toda la tierra de su dominio.
Y Ben-hadad convino con el rey Asa, y envió los jefes de sus tropas contra las ciudades de Israel; y ellos hirieron a Ijón, y a Dan, y a Abelmaim, y a todas las ciudades de municiones de Neftalí.
y les amargaron la vida con dura servidumbre, en hacer argamasa con barro y con ladrillos; y con toda suerte de labores del campo: todo el servicio con que se servían de ellos, era con rigor.
¶Y aconteció en aquellos días, que siendo Moisés ya hombre, salió a donde estaban sus hermanos, y consideraba sus cargas: y vió a un egipcio hiriendo a un hebreo, uno de sus hermanos.
Dijo también Jehová: He visto, he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus exactores; porque conozco sus dolores;
Esto no obstante, les seguiréis imponiendo la misma cuenta de ladrillos que hacían antes; nada rebajaréis de ella; pues están ociosos; por eso claman, diciendo: ¡Vayamos a ofrecer sacrificios a nuestro Dios!