Por lo cual hirieron los Judíos a todos sus enemigos a golpe de espada, y con mortandad y destrucción, haciendo en los que los odiaban conforme a su gusto.
Así los hijos de éstos entraron, y heredaron la tierra, en tanto que tú sujetaste delante de ellos a los habitantes de la tierra, los Cananeos, a quienes entregaste en su mano, con sus reinos y los pueblos de la tierra, para que hiciesen con ellos según su voluntad.
Y fueron enviadas las cartas por mano de correos a todas las provincias del rey, mandando destruir, matar y exterminar a todos los Judíos, mozos y viejos, niños y mujeres, en un mismo día, el día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y saquear sus bienes.
a este efecto: Que había concedido el rey a los Judíos, que en cada ciudad se juntasen y se pusiesen sobre la defensa de sus vidas, destruyendo, matando y exterminando toda la fuerza armada del pueblo y provincia que les acometiese, inclusos los niños y las mujeres; y que saqueasen sus bienes,
¡Por tanto abandona sus hijos al hambre, y a ellos mismos entrégalos al poder de la espada; y sus mujeres también queden sin hijos, y viudas; y mueran sus maridos de peste, y caigan a cuchillo sus mancebos en batalla!