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Referencias Cruzadas

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Ester 7:9

Biblia Version Moderna (1929)

Entonces Harbona, uno de los eunucos, dijo delante del rey: ¡También he allí plantada en casa de Hamán la horca de cincuenta codos de altura, que hizo Hamán para Mardoqueo, el cual habló tan en provecho del rey! Y dijo el rey: ¡Colgadle a él mismo en ella!

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20 Referencias Cruzadas  

Mas él, alzando la cara hacia la ventana, dijo: ¿Quién hay de mi parte; quién? Y se le asomaron dos o tres camareros.

Al séptimo día, cuando del corazón del rey estaba alegre con el vino, mandó a Mehumán, Bizta, Harbona, Bigta, Abagta, Zetar y Carcás, los siete eunucos que asistían ante la presencia del rey Asuero,

Entonces le dijo Zeres su mujer, con todos sus amigos: Manda hacer una horca de la altura de cincuenta codos; y por la mañana habla al rey para que cuelguen a Mardoqueo en ella; luego entrarás con el rey al banquete gozoso. Y la propuesta pareció buena a Hamán; e hizo preparar la horca.

Todavía, estaban ellos hablando con él, cuando llegaron los eunucos del rey, y llevaron a Hamán apresuradamente al banquete que tenía dispuesto Ester.

Y hallóse escrito cómo Mardoqueo había dado aviso respecto de Bigtán y Teres, dos de los eunucos del rey, de aquellos que tenían la guardia de la puerta; los cuales habían procurado poner mano en el rey Asuero.

Entonces respondió el rey Asuero a la reina Ester y a Mardoqueo judío: He aquí que he dado la casa de Hamán a Ester, y a él mismo le he colgado en una horca, por haber extendido su mano contra los Judíos.

Mandó pues el rey que se hiciese así, y fué dado el decreto en Susán; y los diez hijos de Hamán fueron colgados.

Mas cuando vino Ester delante del rey Asuero, éste mandó por escrito, que su designio malvado que había tramado contra los Judíos recayese sobre su misma cabeza, y que le colgasen a él y a sus hijos en la horca.

¡Caigan los inicuos en sus propios lazos; mientras yo a un mismo tiempo escape!

¡Véngale el quebrantamiento cuando menos lo espere; y su red que escondió préndale a él; con quebranto caiga él mismo en ella!

¡Cómo han sido asolados! ¡cuán en un punto! ¡acabáronse; fenecieron con terrores!

Luego el rey dió orden, y trajeron a aquellos hombres que habían puesto acusación contra Daniel, y los echaron en el foso de los leones, a ellos, a sus hijos y a sus mujeres: y aun no habían llegado al suelo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos y quebrantaron todos sus huesos.

Todos los presidentes del reino, los gobernadores y los sátrapas, los consejeros y los prefectos han tomado el acuerdo de establecer un edicto real, y de hacer un entredicho fortísimo, al efecto que todo aquel que hiciere petición a cualquier dios u hombre, por espacio de treinta días, como no sea a ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones.

Por lo cual corrió David, y poniéndose sobre el filisteo, cogió su misma espada, y sacándola de la vaina, le acabó de matar, cortándole con ella la cabeza. Y como viesen los Filisteos que era muerto su héroe, huyeron.




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