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Referencias Cruzadas

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Ester 5:1

Biblia Version Moderna (1929)

Y ACONTECIÓ al tercer día, que Ester se vistió regiamente, y se puso de pie en el atrio de la casa del rey, el de más adentro, en frente de la casa real; y el rey estaba sentado sobre el trono de su reino, en la casa real, frente a la entrada de la casa.

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14 Referencias Cruzadas  

que condujesen a la reina Vasti delante del rey, engalanada con la diadema real, para hacer ver a las gentes y a los príncipes su hermosura; porque era de hermoso parecer.

¶Había cierto judío en Susán, ciudad metrópoli, que se llamaba Mardoqueo, hijo de Jaír, hijo de Simei, hijo de Cis, benjamita,

Todos los siervos del rey, y la gente de las provincias del rey, muy bien saben que cualquiera hombre o mujer que entrare a donde está el rey, en el atrio de más adentro, sin que fuese llamado, una sola es la ley respecto de él, a saber, que sea muerto; salvo aquel a quien el rey le extendiere el cetro de oro para que viva: mas yo no he sido llamada para que entre al rey en estos treinta días.

Anda, junta a todos los judíos, cuantos se hallen en Susán; y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche ni día; yo también y mis doncellas ayunaremos del mismo modo, y así entraré a donde está el rey, aunque no sea conforme a la ley; ¡y si perezco, perezca!

Mardoqueo pues pasó en derredor, e hizo según todo lo que le había ordenado Ester.

Y preguntó el rey: ¿Quién está en el patio? Y Hamán había venido al patio exterior de la casa del rey, para hablar al rey respecto de colgar a Mardoqueo en la horca que había hecho preparar para él.

¶Y Mardoqueo salió de la presencia del rey, con traje real de jacinto y blanco, con una gran corona de oro y con un manto de lino fino blanco y de púrpura; y la ciudad de Susán era toda alborozo y regocijo.

¶He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, cautelosos como serpientes, y sencillos como palomas.

¿Mas qué salisteis a ver? ¿un hombre vestido de ropas delicadas? He aquí, los que traen ropas delicadas en las casas de los reyes están.

Manda, pues, asegurar el sepulcro hasta el día tercero; no sea que vengan sus discípulos de noche, y le hurten, y digan al pueblo:  Ha resucitado de entre los muertos.  Y el postrer error será peor que el primero.

para que comáis y bebáis a mi mesa, en mi reino, y os sentéis sobre tronos, juzgando las doce tribus de Israel.

Al que venciere, le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo también vencí, y me senté con mi Padre en su trono.




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