¶En aquellos días mientras Mardoqueo se sentaba en la puerta del rey, Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, de los que guardaban la puerta, estallando en ira, procuraban poner mano en el rey Asuero.
¶Salió pues Hamán aquel día regocijado y alegre de corazón; pero cuando Hamán vió a Mardoqueo en la puerta del rey, que no se puso en pie, ni siquiera se movió por su causa, llenóse Hamán de cólera contra Mardoqueo.
Daniel entonces pidió al rey, y éste nombró sobre los negocios de la provincia de Babilonia a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Pero Daniel permanecía en la corte del rey.