Aún no había manifestado Ester su parentela y su pueblo, de conformidad con lo que le había mandado Mardoqueo; pues Ester continuaba practicando lo que ordenaba Mardoqueo, de la misma manera que cuando estaba bajo su tutela.
Éste pues había criado cual padre adoptivo, a Hadassa, es decir, a Ester, hija de un tío suyo; porque ella no tenía ni padre ni madre; y la joven era de bella figura y de lindo semblante, a quien, cuando se le murieron el padre y la madre, Mardoqueo había tomado por hija suya.
¶Entonces dijo Hamán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y disperso por entre todos los pueblos, en todas las provincias de tu reino, cuyas leyes son diversas de las de todo otro pueblo, y ellos no cumplen las leyes del rey; de modo que al rey no le conviene sufrirlos.
¡Porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para que nos destruyan, y para que nos maten y nos exterminen! Que si para siervos y para siervas fuéramos vendidos, entonces hubiera yo callado; bien que el adversario no pudiera resarcir el perjuicio del rey.