durante el cual ostentaba las riquezas y la gloria de su reino, y lo más precioso de la magnificencia de su grandeza, por muchos días, es decir, ciento ochenta días.
Y Jehová engrandeció a Salomón en extremo a los ojos de todo Israel; y puso sobre él tal majestad real cual nunca había habido sobre ningún rey de Israel antes de él.
en el año tercero de su reinado, hizo banquete para todos sus príncipes y sus siervos, lo más distinguido de Persia y de Media; teniendo delante de sí a los nobles y los príncipes de las provincias;
Y cuando se hubieron cumplido aquellos días, hizo el rey para todo el pueblo que se hallaba en Susán, ciudad metrópoli, desde el mayor hasta el menor, banquete de siete días, en el patio del jardín del palacio del rey;
Y alegróse Ezequías de su venida, y mostróles la casa de sus cosas preciosas, plata, y oro, y especias, y aceite oloroso, y toda la casa de sus armas; en fin, todo lo que se hallaba entre sus tesoros: no hubo nada en su casa y en todo su dominio que no se lo mostrase Ezequías.
El rey habló y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo he edificado para metrópoli del reino, con la fuerza de mi poder, y para la gloria de mi grandeza?
Al mismo tiempo mi juicio me fué devuelto; y para gloria de mi reino, mi majestad y mi esplendor me fueron restituídos; y mis consejeros y mis grandes me buscaron; y fuí restablecido en mi reino, y grandeza preeminente me fué añadida.
siendo iluminados los ojos de vuestro entendimiento, para que conozcáis cuál sea la esperanza de vuestra vocación, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
a quienes Dios ha deseado dar a conocer cuál sea la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, el cual es CRISTO EN VOSOTROS, LA ESPERANZA DE LA GLORIA:
¡Digno eres tú, Señor nuestro y Dios nuestro, de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad ellas existen, y fueron creadas!