Y con él subieron a Jerusalem algunos de los hijos de Israel, y de los sacerdotes y de los levitas, y de los cantores, y de los porteros, y de los netineos, en el año séptimo del rey Artajerjes.
Y los ancianos de los Judíos siguieron edificando y prosperando, en virtud de la profecía de Aggeo profeta, y de Zacarías hijo de Iddo. Edificaron pues y acabaron la obra, por orden del Dios de Israel, y por orden de Ciro, y de Darío, y de Artajerjes, reyes de Persia.
También os hacemos saber que a ninguno de los sacerdotes, o levitas, o cantores, o porteros, o netineos, o sirvientes de esta Casa de Dios, será lícito imponerles tributo, alcabala, ni peaje.
¶Y el resto del pueblo, los sacerdotes, los levitas, lo porteros, los cantores, los netineos, y todos los que se habían separado de los pueblos de las tierras, para adherirse a la ley de Dios, sus mujeres, sus hijos y sus hijas, todos cuantos que tenían inteligencia para comprender;
ACONTECIÓ pues que en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, habiendo vino delante de él, yo tomé el vino, y se lo dí al rey: y no había estado triste en su presencia antes.