También os hacemos saber que a ninguno de los sacerdotes, o levitas, o cantores, o porteros, o netineos, o sirvientes de esta Casa de Dios, será lícito imponerles tributo, alcabala, ni peaje.
Solamente las tierras de los sacerdotes no adquirió; porque los sacerdotes tenían ración prescrita de parte de Faraón, y comían la ración prescrita que les daba Faraón; por eso no vendieron sus tierras.
Y lo impuso José por estatuto hasta este día sobre la tierra de Egipto: Para Faraón la quinta parte; salvo solamente las tierras de los sacerdotes; estas no vinieron a ser de Faraón.
Ahora pues, sea notorio al rey, que si fuere reedificada esta ciudad, y sus muros acabados, ellos no pagarán más tributo, ni alcabala, ni peaje; y al fin esto redundará en perjuicio de los reyes.
También que ha habido reyes poderosos en Jerusalem, que han tenido señorío sobre todo lo que hay más allá del río; y que tributo, alcabala y peaje se les daba a ellos.
Y con él subieron a Jerusalem algunos de los hijos de Israel, y de los sacerdotes y de los levitas, y de los cantores, y de los porteros, y de los netineos, en el año séptimo del rey Artajerjes.