Hagamos pues ahora un pacto con nuestro Dios, que repudiaremos todas estas mujeres y los hijos de ellas, según el consejo de mi señor, y de los que tiemblan a causa del mandamiento de nuestro Dios; y sea hecho esto conforme a la ley.
porque han tomado de las hijas de ellos mujeres para sí y para sus hijos; y así el linaje santo se ha mezclado con los pueblos de estas tierras: y la mano de los príncipes y de los magistrados ha sido la principal en esta prevaricación.