Porque yo le he conocido a fin de que mande a sus hijos y a su casa después de sí, de modo que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio; para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha prometido acerca de él.
¶En fin, dijo David a Salomón su hijo: ¡Ten confianza y buen ánimo; y manos a la obra! no temas, ni desmayes, porque el Dios Jehová, Dios mío, es contigo; no te dejará, ni te desamparará, hasta que se acabe toda la obra para el servicio de la Casa de Jehová.
Da también a Salomón mi hijo un corazón sincero, para que guarde tus mandamientos, y tus testimonios, y tus estatutos, a fin de que lo cumpla todo, y edifique el palacio, para el cual yo he hecho apresto.
Esto empero, que te guardes a ti mismo, oh Israel, y que guardes tu alma mucho, no sea que te olvides del las cosas que han visto tus mismos ojos, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, hazlas saber a tus hijos, y a los hijos de tus hijos:
trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice; y estoy persuadido que habita en ti también.
Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién debáis servir, si a los dioses que sirvieron vuestros padres que habitaban más allá del río, o a los dioses de los Amorreos en cuya tierra habitáis: que en cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová.