¶Entonces a la casa de los Recabitas dijo Jeremías: Así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: Por cuanto habéis obedecido el mandamiento de Jonadab vuestro padre, y habéis guardado todos sus encargos, obrando de acuerdo con todo cuanto él os prescribió;
ni tampoco edificaréis casa, ni sembraréis granos, ni plantaréis viñas, ni poseeréis estas cosas, sino antes habitaréis en tiendas todos vuestros días, para que viváis largo tiempo sobre la tierra en donde sois extranjeros.
El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor: pues si yo soy Padre, ¿dónde está mi honra? y si soy Señor, ¿dónde está el temor que se me debe? dice Jehová de los Ejércitos a vosotros, oh sacerdotes que despreciáis mi Nombre. Y decís: ¿En qué hemos despreciado tu Nombre?
Honra a tu padre y a tu madre, como te ha mandado Jehová tu Dios, para que se prolonguen tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
Pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, aprendan éstos, ante todo, a mostrar la piedad para con su propia familia, y a devolver la debida recompensa a sus padres; porque esto es acepto delante de Dios.