¶Entonces Daniel, cuando supo que la escritura estaba firmada, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara alta hacia Jerusalem, tres veces al día se hincaba de rodillas, y oraba y hacía confesión delante de su Dios, como antes acostumbraba hacerlo.
cooperando también vosotros, con vuestra súplica, a favor nuestro; para que de parte de muchas personas sean dadas gracias por este beneficio, concedido a nosotros a instancias de muchos.
Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino antes la que sea buena para edificación, según fuere en caso, para que imparta gracia a los que oyen.
No os afanéis por cosa alguna, sino que, en todas las circunstancias, por medio de la oración y la plegaria, con acciones de gracias, dense a conocer vuestras peticiones a Dios:
Pues ¿qué acción de gracias podemos nosotros tributar a Dios por causa vuestra por todo el gozo con que nos regocijamos por motivo de vosotros en presencia de nuestro Dios,
Porque, profiriendo palabras hinchadas, llenas de vanidad, atraen con el cebo de apetitos carnales, por medio de la lascivia, a los que por un poco de tiempo iban escapando de los que viven en el error;
olas embravecidas del mar, que espuman sus propias obras vergonzosas; estrellas errantes, a quienes ha sido reservada la negrura de las tinieblas para siempre!