en quien también nosotros obtuvimos herencia, habiendo sido predestinados, según el propósito de Aquel que obra todas las cosas conforme al consejo de su misma voluntad;
grande en consejo, y poderoso en obras, cuyos ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de Adam, para dar a cada cual conforme a sus caminos, y según el fruto de sus obras;
Sí, edificará el Templo de Jehová, y llevará sobre sí la gloria; y se sentará y reinará sobre su trono, siendo Sacerdote sobre su trono; y el consejo de la paz estará entre los dos.
¶Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, la cual es poderosa para edificaros, y para daros herencia entre todos los santificados.
para abrirles los ojos, a fin de que se vuelvan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban remisión de pecados, y herencia entre los que son santificados mediante la fe en mí.
Porque a los que conoció en su presciencia, los predestinó también para ser conformados a la imagen de su Hijo; para que él fuese el primogénito entre muchos hermanos.
pues no habiendo ellos aún nacido, ni habiendo hecho cosa buena ni mala, para que el propósito de Dios, conforme a elección, estuviese firme, no por parte de obras, sino de aquel que llama,—
siendo iluminados los ojos de vuestro entendimiento, para que conozcáis cuál sea la esperanza de vuestra vocación, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
el cual se dió a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí mismo un pueblo de su propia posesión, celoso de buenas obras.
Por lo cual, queriendo Dios mostrar, con mayor abundancia de certidumbre, a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su propósito, interpuso sujuramento;
Escuchad, amados hermanos míos: ¿No ha escogido Dios a los que son pobres en cuanto al mundo, para que sean ricos en fe, y herederos del reino que tiene prometido a los que le aman?
no volviendo mal por mal, ni ultraje por ultraje, sino al contrario, bendiciendo a vuestros enemigos; porque para esto mismo fuisteis llamados, para que heredaseis bendición.