Y a los hijos de Sedequías los degollaron ante su misma vista; luego le sacaron los ojos a Sedequías, y le sujetaron con grillos de bronce, y le llevaron a Babilonia.
Pues volviéronse las aguas y cubrieron los carros y la gente de a caballo de todo el ejército de Faraón, que habían entrado tras de ellos en el mar; de modo que no quedó de ellos ni siquiera uno.
EN seguida volvíme, y me puse a observar las opresiones que se hacen debajo del sol: y he allí las lágrimas de los oprimidos, y ellos no tenían consolador; pues que de parte de sus opresores estaba la potestad; de modo que ellos no tenían consolador.
¶Si vieres la opresión de los pobres, y la perversión de juicio y de justicia en alguna provincia, no te turbes a causa de esto; porque sobre el alto otro más alto vigila, y sobre ellos, el Altísimo.
Volvíme yo, y fijé mi corazón para conocer, y para averiguar e investigar la sabiduría, y la razón de las cosas; y para conocer la maldad de la insensatez, y la necedad de las locuras:
Mas no quiso Sehón, rey de Hesbón, dejarnos pasar junto a sí, porque Jehová tu Dios endureció su espíritu e hizo obstinado su corazón, para entregarle en tu mano, como se ve el día de hoy.