Y de los hijos de Isacar, hombres conocedores de los tiempos, para saber aconsejar lo que debía Israel hacer: sus jefes doscientos, y todos sus hermanos estaban a sus órdenes.
¶Por esta causa nosotros también, desde el día que lo oímos, no cesamos de rogar a Dios, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría e inteligencia espiritual;
Pero el alimento sólido es de los hombres hechos; es decir, de aquéllos que por medio del uso, tienen sus sentidos ejercitados para discernir el bien y el mal.