Y Absalom dió orden a sus mozos, diciendo: Ruégoos advirtáis cuando el corazón de Amnón esté alegre con el vino; y al deciros yo: ¡Herid a Amnón! entonces matadle; no temáis; ¿no soy yo quién os lo ha mandado? ¡Tened fortaleza y sed hombres valientes!
E hicieron una salida al mediodía; y Ben-hadad estaba bebiendo y embriagándose en los pabellones, él y los reyes, los treinta y dos reyes que le ayudaban.
En medio de su calor, les pondré banquete, y los haré embriagarse, para que estén alegres, y para que duerman un sueño perpetuo, y no despierten más, dice Jehová.
¡Y haré embriagar sus príncipes y sus sabios, sus gobernadores y sus magistrados y sus valientes; y dormirán un sueño perpetuo, y no despertarán más, dice el Rey; Jehová de los Ejércitos es su nombre!
¶En seguida Abigail volvió a Nabal; y he aquí que tenía un banquete en su casa como banquete de rey. Y el corazón de Nabal estaba alegre dentro de él; y él estaba muy borracho: por lo cual ella no le dijo palabra, ni poco ni mucho, hasta por la mañana.
En efecto le condujo allá: y he aquí que estaban derramados sobre la superficie de toda aquella tierra, comiendo, bebiendo y haciendo fiesta, por todo aquel gran botín que habían tomado de la tierra de los Filisteos, y de la tierra de Judá.