Porque los sueños vienen con la multitud de los negocios, y la voz del insensato, con multitud de palabras.
¿A la multitud de palabras no se ha de responder? o ¿el hombre hablador ha de ser tenido por justo?
En la multitud de palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios obra sabiamente.
La lengua de los sabios hace que sea grata la ciencia; pero la boca de los insensatos rebosará en necedades.
Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno hiciere un voto especial, prometiendo dar, según tu avalúo, personas a Jehová;