Eclesiastés 2:10

Biblia Version Moderna (1929)

Y nunca negué a mis ojos cosa alguna de cuantas deseaban; no privé a mi corazón de ningún género de placeres, porque mí corazón se alegraba en todas mis labores; y ésta fué la porción que tuve de todo mi trabajo.

Referencias Cruzadas

Génesis 3:6

Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era una delicia para los ojos, y árbol deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto, y comió; y dió también a su marido, cuando con ella estaba, y él comió.

Génesis 6:2

que viendo los hijos de Dios que eran hermosas las hijas de los hombres, se tomaron mujeres de entre todas aquellas que escogieron.

Job 31:1

HICE pacto con mis ojos; ¿cómo pues había de fijar la mirada en una doncella?

Salmos 119:37

¡Aparta mis ojos para que no vean la vanidad, y vivifícame en tu camino!

Salmos 128:2

Pues comerás del trabajo de tus manos: bienaventurado serás, y bien te irá.

Proverbios 23:5

¿Acaso fijarás tu vista con avidez en aquello que no tiene existencia? porque las riquezas ciertamente toman para sí alas, cual águila que vuela hacia el cielo.

Eclesiastés 11:9

¡Regocíjate, oh mancebo, en tu juventud, y alégrete tu corazón en los días de tu mocedad; y anda en los caminos de tu corazón, y en la luz de tus ojos; mas sabe tú que por todas estas cosas Dios te traerá a juicio!

Eclesiastés 2:1

DIJE conmigo mismo: ¡Ven pues, yo te probaré con la vida alegre! ¡goza pues del placer! ¡Mas he aquí que esto también era vanidad!

Eclesiastés 2:22

Pues ¿qué tiene el género humano de todo su afán, y de todos los esfuerzos de su corazón, en que se ha afanado debajo del sol?

Eclesiastés 2:24

No hay pues para el hombre cosa mejor que comer y beber tranquilamente, y hacer que su alma disfruté del bien en su trabajo. Pero esto también he visto que viene de la mano de Dios.

Eclesiastés 3:22

Así pues he visto que no hay cosa mejor que el que el género humano se regocije en sus labores; porque ésta es su porción: pues ¿quién volverá a traer al hombre para que vea aquello que ha de ser después de él?

Eclesiastés 5:10

¶El que ama el dinero nunca se saciará del dinero; ni quien ama la abundancia de los productos del campo. ¡Esto también es vanidad!

Eclesiastés 5:17

Come también en tinieblas todos sus días, y se enfada mucho, y tiene sus pesares y sus enojos.

Eclesiastés 5:18

He aquí lo que he visto yo: Es bueno y propio que el hombre coma y beba tranquilamente, y que disfrute de bien en todo su trabajo con que se afana debajo del sol, el corto numero de los días que le conceda Dios; porque esto es su porción.

Eclesiastés 6:2

es el caso de un hombre a quien Dios le ha dado riquezas y haberes y honra, de modo que no le falta nada de cuanto pueda desear; y con todo, Dios no le concede la facultad de gozar de ello, sino que algún extraño lo disfruta. ¡Vanidad es esto, y pesar muy doloroso!

Eclesiastés 6:9

Lo de que más vale la vista de los ojos que el vago andar del deseo, ¡esto también es vanidad y correr tras el viento!

Eclesiastés 8:15

Por tanto yo alabo la vida regocijada; porque el hombre no tiene debajo del sol cosa mejor que el comer y beber tranquilamente, y alegrarse; y que esto le quede por parte de su trabajo, en los días de su vida que Dios le concediere debajo del sol.

Eclesiastés 9:6

También su amor, así como su odio y su envidia, ya ha mucho que perecieron, ni vuelven ellos a tener parte jamás en nada de lo que sucede debajo del sol.

Eclesiastés 9:9

Goza de la vida con tu mujer, a quien amas, todos los días de tu vida de vanidad que Dios te ha dado debajo del sol; sí, todos tus días de vanidad: porque esto es tu porción en esta vida, y en tu trabajo en que te afanas debajo del sol.

1 Juan 2:16

Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la vanagloria de la vida, no procede del Padre, sino que es del mundo.

Jueces 14:2

y subió y se lo declaró a su padre y a su madre, diciendo: A una mujer he visto en Timna, de las hijas de los Filisteos; ahora pues tomádmela por mujer.