Mas aunque un hombre viva muchos años, y en todos ellos tenga gozo, acuérdese sin embargo de los días de tinieblas, que serán muchos. ¡Todo cuanto viene es vanidad!
Dije entonces en mi corazón: Conforme sucede al insensato, así también a mí me va a suceder; ¿para qué pues me he hecho más sabio que los demás? Luego dije en mi corazón: ¡Esto también es vanidad!
¿Y quién sabe si será un sabio o un insensato? y sin embargo, él será señor de todo mi trabajo en que yo me he afanado, y en que he mostrado mi sabiduría debajo del sol. ¡Esto también es vanidad!
Porque al hombre: que es bueno delante de él, Dios le da sabiduría y ciencia y gozo; mas al pecador le ha dado el trabajo pesado de recoger y amontonar, para darlo al que sea bueno delante de Dios. ¡Esto también es vanidad y correr tras el viento!
No había fin de toda la gente que ellos mandaban; sin embargo, los que vendrán después ano se alegrarán en el segundo tampoco. ¡Ciertamente que esto también es vanidad y correr tras el viento!
Hombre hay que es solo, sin otro que le acompañe: ni siquiera hijo ni hermano tiene; y con todo, no hay fin de todo su afán, ni sus ojos se sacian de las riquezas. ¿Para qué pues, debería decir, me afano, y a mí mismo me privo del bien? ¡Esto también es vanidad y trabajo ímprobo!
En el día del bien, pues, sé gozoso; pero en el día de adversidad considera: pues que Dios ha hecho tanto le uno como lo otro, a fin de que el hombre no halle, fuera de él, nada.
Pero aunque el pecador haga mal cien veces, y con todo se le prolonguen los días, sin embargo yo ciertamente sé que les irá bien a los que temen a Dios, por lo mismo que temen delante de él.
Por tanto yo alabo la vida regocijada; porque el hombre no tiene debajo del sol cosa mejor que el comer y beber tranquilamente, y alegrarse; y que esto le quede por parte de su trabajo, en los días de su vida que Dios le concediere debajo del sol.
¡Dad gloria a Jehová vuestro Dios, antes que él cause tinieblas, y antes que tropiecen vuestros pies en las montañas tenebrosas; y mientras esperáis la luz, él la torne en sombra de muerte, y la convierta en densas tinieblas!
día de tinieblas y de sombras espesas, día de nubes y de densas tinieblas. Como la aurora extendida sobre las montañas, así viene un pueblo numeroso y fuerte; nunca jamás ha habido otro como éste, ni después de él lo volverá a haber, en los años de muchas generaciones.
Jesús entonces les dijo: Aun un poco de tiempo la luz está entre vosotros: andad mientras tenéis la luz, para que no os sobrevengan las tinieblas: pues el que anda en tinieblas, no sabe a donde va.