Por la mañana siembra tu simiente, y a la tarde no retires tu mano; por que no sabes cuál ha de prosperar, si esto o aquello; o si ambos a dos serán juntamente buenos.
Porque de la manera que desciende la lluvia, y la nieve, del cielo, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la fecunda, y la hace producir, de modo que dé simiente al que siembra, y pan al que come;
Sembrad, en beneficio vuestro, para justicia; segad conforme a la misericordia de Dios. ¡haced vuestro barbecho; porque es ya tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga, y llueva justicia sobre vosotros!
SIN embargo, apliqué mi corazón a todo esto, es decir, a escudriñar todo esto: que los justos y los sabios y sus obras en la mano de Dios están; pero que el proceder de éste indique amor u odio, no podrán saberlo los hombres: así el bien como el mal, todo está delante de ellos.