Les dijo también: ¡Id, comed carnes gordas, y bebed vinos sabrosos; y enviad porciones a aquellos para quienes nadie ha hecho provisión! porque este día es santo a nuestro Señor; no os aflijáis pues; porque el gozo de Jehová os da esfuerzo.
Por esto es que los judíos aldeanos, los que habitan en las ciudades no muradas, hacen el día catorce del mes Adar día de regocijo y de banquete, y día bueno y de enviar porciones los unos a los otros.
como días en que los Judíos tuvieron descanso de sus enemigos, y el mes que les fué trocado de duelo en regocijo, y de luto en día bueno; haciéndolos días de banquete y de regocijo, y de enviar porciones los unos a los otros, y de hacer dádivas a los pobres.
Si las nubes estuvieren cargadas de lluvia, se derramarán sobre la tierra; y si el árbol cayere hacia el sur, o hacia el norte, en el lugar donde cayere el árbol, allí mismo quedará.
Mas aunque un hombre viva muchos años, y en todos ellos tenga gozo, acuérdese sin embargo de los días de tinieblas, que serán muchos. ¡Todo cuanto viene es vanidad!
ACUÉRDATE pues de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan aquellos días aciagos, y se acerquen aquellos años; de los cuales dirás: ¡No tengo ya complacencia en ellos!
Por tanto, oh rey, séate mi consejo acepto, y rompe con tus pecados, por medio de justicia, y con tus iniquidades, usando de misericordia para con los pobres; si por acaso pueda haber alguna prolongación de tu tranquilidad.
y él mismo será nuestra paz. Cuando el Asirio entrare en nuestra tierra, y cuando hollare nuestros palacios, entonces levantaremos contra él siete pastores, y ocho hombres principales;
HERMANOS, si alguno fuere sobrecogido en cualquiera transgresión, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal en espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Acordaos de los presos, como si estuvieseis en prisiones con ellos; y de los que son maltratados por causa de Cristo, como que estáis vosotros también en el cuerpo.
Pregunta a tus mozos, que ellos te dirán lo mismo; hallen pues mis mozos favor en tus ojos; porque en buen día hemos venido: ruégote que des lo que te viniere a la mano a tus siervos y a tu hijo David.