Todos los ríos van al mar; y con todo, el mar nunca se llena; al lugar adonde van los ríos, allí mismo vuelven a ir.
El viento va hacia el sur, luego gira hacia el norte; girando, girando va el viento; y torna continuamente a sus circuitos.
Todas las cosas se cansan con agitación incesante; no puede el hombre expresarlo: nunca se harta el ojo de ver, ni el oído de oír.